Casa Azul es parte de una investigación socio-visual desarrollada con la socióloga Chloé Constant, sobre las historias de vida de cinco mujeres trans recluidas en una de las penitenciarias varonil de la Ciudad de México. El proyecto muestra el proceso de construcción identitaria y las prácticas corporales de personas cuyos cuerpos son considerados doblemente abyectos por su identidad y su condición de reclusión. Siendo las internas obligadas a vestirse de azul, nombraron la cárcel “la casa azul”, aludiendo a su propio encarcelamiento en un cuerpo masculino. En una cárcel de hombres está prohibido el ingreso de objetos femeninos, pero por medio de la corrupción las internas los consiguen, convirtiéndolos en armas de resistencia hacia un ambiente que les impone lo varonil. El encontrar en el salón de la cárcel un manual de biología de los años ‘90, detonó el desarrollo de un paralelismo con la ciencia biológica que reconoce la célula como unidad base de la vida.