El título, Ametsuchi, se compone de dos caracteres japoneses que significan "cielo y tierra" y está tomado del título de uno de los pangramas más antiguos en japonés: un canto en el que se utiliza cada carácter del silabario japonés. En Ametsuchi, Kawauchi reúne imágenes de constelaciones distantes y figuras diminutas perdidas en paisajes, así como fotografías de un estilo tradicional de agricultura de quema controlada (yakihata) en el que los ciclos de cultivo y recuperación abarcan décadas y generaciones. La serie destaca imágenes de rituales budistas y otras ceremonias religiosas, una sugerencia de otros medios por los cuales la humanidad tradicionalmente ha intentado trascender el tiempo y la memoria.